enero 21, 2006

Super-Star

La primera vez que me pregunte a que quería dedicarme, ya con ganas de tener una respuesta debe haber sido el primer año de secundaria. La respuesta fue: Cantante de Rock. Así que ya con un objetivo claro, me puse a practicar. En mi ingenua realidad, solo era cosa de tiempo, pronto seria descubierto como la nueva revelación del rock mexicano. El proyecto fue serio. Mientas oía alguna rola rockanrolera en mis audífonos, grababa en otra grabadora mi voz. Era como un karaoke primitivo, y que según mi plan maestro, me permitiría tener una retroalimentación sobre mi progreso. Era un plan genial. Debí haber grabado más de 5 cassettes de 90minutos. Todos con el mismo resultado: Más que cantar, parecía perro atropellado. Mi pobre progreso, me obligo a abandonar mi ambicioso proyecto. Aunque ahora en retrospectiva, mas que un dote artístico, eran mis pininos de un sistema de control, de ingeniería, de la inagotable búsqueda de un sistema de control cerrado.

Hoy, Isabel a sus 2 años ya canta mejor que yo. Yo, sigo con mis aullidos de perro atropellado. Cosa que confirma que fue muy sabia mi decisión de abandonar mis alucinantes planes de Super-Star.



Tamalotes [CGS]